viernes, enero 26, 2007

DEJAR VOLAR A LOS ÁNGELES

26/10/2006
DEJAR VOLAR A LOS ÁNGELES

Inmaculada Fernández-Montesinos Salamanca


Siempre me preguntaré que viste aquella tarde, bajo tus negros ojos perdidos en el infinito, mirando a todas partes pero sin poder ver nada, al menos nada de este mundo, con una sonrisa en tus labios y con tus ojos negros llenos de vida me pediste otro nieto.

Pasados unos días tus ojos se volvieron cristalinos, acercándome a tu oído me despedí de ti en mi nombre y en el de mis hermanos “no tengas miedo te queremos más que a nadie, eres la mejor madre del mundo”. Si las casualidades no existen ¿Por qué esa limpiadora me pidió que me fuera? Maldito sentido de la obediencia, nadie me hubiera despegado de tu lado, pero no hice caso de mi intuición y al quedarte sola, sola te marchaste, sola como siempre te sentiste, nunca quisiste que te viéramos en tus malos momentos y ni mucho menos el día de tu muerte.

Unos meses mas tarde tu deseo se hizo realidad. Mi vientre se lleno de vida, no era el mejor momento, ni tampoco creo que nunca lo hubiera sido, por eso quiero darte las gracias. Porque ahora tengo un ángel en mi vida y aunque ha sido un intercambio muy doloroso, hoy, tras casi tres años después de tu marcha, quiero decirte que acepto tu cambio con todo mi dolor y al mismo tiempo con toda mi alegría.

Y ahora mama quiero dejarte volar libre, ve donde quieras y busca tu felicidad. Siempre te llevaré en mi corazón.

Inma

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo he leído, Inma. Ojalá pudiese comentar algo. Gracias Inma. Rafa.